Mientras la comunidad internacional ataca a Israel por su construcción de asentamientos, los palestinos silenciosamente hacen masiva construcción de vecindarios en muchas partes de la Margen Occidental y Jerusalén. La construcción de asentamientos judíos en la Margen Occidental y vecindarios de Jerusalén se hace con los permisos apropiados de autoridades relevantes, pero la construcción palestina es ilegal en todos sus aspectos.
La meta de esta empresa escondida, que no cumple con los mínimos requisitos de ingenieros, arquitectos ni planificadores de vivienda, es de crear realidades irreversibles. En la mayoría de los casos, los edificios multipisos están pobremente construidos, sin licencias, sin planificación adecuada ni consideraciones de seguridad.
El pequeño asentamiento judío de Amoná en la Margen Occidental, hogar para 42 familias, es el centro de una candente controversia tanto en Israel como en el ámbito internacional. En 2014, la Corte Suprema ordenó al gobierno que la evacuaran y destruyeran todo el asentamiento en dos años porque se encuentra sobre tierra palestina.
Pero mientras intensifica el debate en Israel sobre el futuro de Amoná, los palestinos hacen burla de la ley y de las reglamentaciones de construcción al embarcarse en una masiva construcción de vecindarios y edificios ilegales. Aparentemente, los asentamientos sólo son «un mayor obstáculo para la paz» cuando son construidos por los judíos.
[La mayoría de los hacinados multipisos] carecen de sistemas apropiados de alcantarillado, y el precio por cada apartamento oscila entre $25,000 y $50,000. Esos precios son increíblemente bajos, comparado con los apartamentos árabes y judíos que son legales en los vecindarios de Jerusalén. Hoy día, es casi imposible comprar un apartamento de tres habitaciones en la ciudad por menos de $250,000.
Los mencionados nuevos vecindarios están localizados en Kufr Akab, Samiramis, Kalandya, Beit Hanina, Shufat, Ras Khamis y Anata, en el norte de Jerusalén. En las partes sur y este de la ciudad, han surgido los vecindarios de Ras Al-Amoud, A-Tur, Al-Zaim, Jabal Mukaber y Um Tuba. Dichas áreas caen dentro de las fronteras municipales de Jerusalén.
Preocupado por tanta construcción ilegal, el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, recientemente tomó la medida sin precedente de pedir a la Corte Suprema que ordene demoler 14 estructuras construidas ilegalmente en el este de Jerusalén.
Por un lado, no es una escasez de viviendas árabes lo que provoca esta juerga de construcción palestina ilegal. Al contrario, la meta es política: es demostrar al mundo que Jerusalén es una ciudad árabe, y no judía. En general, muchos apartamentos yacen vacíos, porque no existe una verdadera demanda para ellos.
¿Y quién se encuentra tras esta ola de construcción ilegal sin precedente? Según unos residentes árabes de Jerusalén, muchos de los «contratistas» son realmente ladrones de tierras y maleantes que arrebatan tierras que pertenecen a otros palestinos o personas que viven en el exteri
or. Pero también hay evidencia de que la Unión Europea, la Organización para la Liberación de Palestina y algunos otros gobiernos árabes islámicos subvencionan los proyectos. Esos países incluyen Qatar, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y otros países petroleros del Golfo.
«Ellos encuentran una tierra vacía y rápidamente toman control de ella,» dijo un residente cuya tierra fue ‘confiscada’ por contratistas ilegales. «Ellos te dicen que si no te gusta, ve a la corte, sabiendo que para cuando se resuelvan los aspectos legales, ya habrán logrado construir otro gran edificio, e incluso habrán vendido algunos apartamentos.»
Los palestinos estiman que en los pasados años han construido sobre 15,000 unidades ilegales de vivienda en áreas alrededor del Jerusalén como parte de un plan para rodear a la ciudad. La construcción continúa sin tregua hasta el día de hoy.
[Por otro lado], dicha construcción palestina se realiza principalmente en el Área C de la Margen Occidental, lo cual está bajo control excluso de Israel, según los Acuerdos de Oslo. La Unión Europea, que ferozmente clasifica la construcción de asentamientos judíos como ilegal, abiertamente financia la construcción ilegal palestina. La Unión Europea argumenta que su apoyo a la construcción palestina cae bajo la categoría de «ayuda humanitaria,» y que es permisible bajo ley internacional.
La meta verdadera de la Unión Europea es ayudar a que los palestinos establezcan unas realidades irreversibles en anticipación al futuro acuerdo de paz entre los palestinos e Israel. Procuran facilitar la meta palestina de arrebatar tanta tierra como les sea posible, mientras exigen que Israel detenga su construcción de nuevas viviendas para familias judías en los vecindarios de Jerusalén o en los asentamientos ya existentes de la Margen Occidental.
La hipocresía y malicia de la Unión Europea y el resto de la comunidad internacional respecto a los asentamientos israelíes es totalmente transparente. Pero también vemos la hipocresía de muchos en los medios de comunicación occidentales. Docenas de corresponsales ven con sus propios ojos que surgen nuevos asentamientos palestinos por todos lados de Jerusalén, pero deciden reportar solamente sobre la construcción judía.
Cuarenta y dos familias judías en Amoná tienen cautivada la atención mundial, ¿pero qué piensa el mundo sobre el hurto palestino de tierras? Ya es tiempo de que denunciemos esta ilegalidad y uso de doble estándar como la vileza que es, y que exijamos a los palestinos que cesen su construcción de asentamientos ilegales, que tiene una sola idea en mente: predeterminar el resultado de cualquier futuro acuerdo de paz.
MOTIVO DE ISRAEL: Ore para que las naciones alegando que la construcción de apartamento judíos es ilegal, donde realmente existe una necesidad de viviendas, vean la hipocresía cuando financian la construcción ilegal e innecesaria de viviendas para los palestinos. Ore para que la construcción de tales apartamentos peligrosos e inadecuados sea detenida hasta que puedan ser supervisados adecuadamente.
VERSO BÍBLICO: «Aunque se le muestre piedad al impío, no aprende justicia. Obra injustamente en tierra de rectitud, y no ve la majestad del SEÑOR» (Isaías 26:10).
(Traducido por Teri S. Riddering,
Coordinadora Centro de Recursos Hispanos)
Publicado en diciembre 5, 2016
Fotografía por: Shuafat, Wikipedia
Fuente: Porciones de un artículo por Bassam Tawil, Gatestone Institute
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