Uno de los principales argumentos usados por los árabes palestinos respecto al establecimiento de la nación de Israel es que el Occidente facilitó su fundación por el sentido de culpa que sentía en torno al Holocausto. Los palestinos insisten que el Holocausto es un crimen puramente occidental y cristiano que nada tiene que ver con ellos u otros árabes. Sin embargo, líderes árabes y palestinos jugaron un papel muy significativo como apoyo y cómplice del plan nazi en exterminar a los judíos de Europa, y esperaban implantar el genocidio en el Medio Oriente.
El activista palestino Omar Barghouti escribió en su libro ‘Boycott, Divestment, Sanctions: The Global Struggle for Palestinian Rights’ [Boicot, Liquidación y Sanciones: La Lucha Global por Derechos Palestinos] de la siguiente manera: «…palestinos, y árabes en general, no tienen ningún tipo de responsabilidad por el Holocausto, un genocidio europeo cometido mayormente contra la judería europea, grupos germánicos y eslavos, entre otros. Por lo tanto, no incumbe a los palestinos que paguen el precio de aplacar el sentido de culpa colectiva europea por el Holocausto con sus vidas, tierras y empleos.»
Jibril Rajoub, miembro del Comité Central de Fatah y anterior jefe de seguridad de la Autoridad Palestina, afirmó el 24 de julio de 2014 (citado por MEMRI) que «fueron los nazis, no nosotros, quienes les ocasionaron el Holocausto… Nosotros pagamos el precio por los crímenes europeos cometidos contra ellos en el siglo pasado.»
Ese argumento es parte de la narrativa palestina general que mantiene que los palestinos son víctimas inocentes de una injusticia cometida por otros, especialmente los occidentales y sionistas.
También, según Barghouti, «el conflicto es un conflicto colonial…basado en limpieza étnica, racismo, colonialismo y apartheid,» y el estado de Israel «fue creado por medio…[de una] campaña bien planificada de limpieza étnica.»
No obstante, la alegación de que los palestinos ni los árabes tuvieron que ver con el Holocausto es falsa. Un examen cuidadoso de dicha historia evidencia que no es justo ni correcto el tratar de presentar la Guerra Árabe-Israelí de 1947-49 como una guerra no-provocada de agresión sionista dedicada a perpetrar una limpieza étnica de los árabes palestinos. De hecho, fue una guerra de auto-defensa judía contra un liderato palestino despiadado, pro-nazi y abiertamente genocida que disfrutaba de enorme popularidad entre las masas árabes y palestinas.
En octubre de 1947, el Secretario-General de la Liga Árabe, Abd al-Rahman Azzam fue citado en un periódico egipcio cuando predijo que la guerra inminente en torno a Palestina «sería una guerra de exterminio y masacre trascendental.» Azzam anticipó: «Les barreremos al mar,» frase también usada por el representante del Comité Superior Árabe, Izzedine Shawa.
El corresponsal Steven Erlanger de New York Times ha observado perspicazmente que la guerra entre Hamás e Israel en Gaza durante 2014 fue «realmente otra ronda en la Guerra Árabe-Israelí de 1947-49 que aún no ha sido resuelta.» Si prestamos mucha atención a la ideología, retórica y objetivos del enemigo de Israel en Gaza, es evidente que son idénticos a los de Hajj Amin al-Husseini, alma gemela de Adolfo Hitler, quien incitó a los palestinos a la guerra en 1948.
La hostilidad árabe palestina hacia el proyecto sionista [de establecer a los judíos en su propia tierra] no se basaba en una simple defensa del derecho a la auto-determinación árabe, sino en un odio profundo hacia los judíos.
La carencia de muchos palestinos en enfrentar sus faltas morales y políticas con honestidad contrasta con sus verbalizaciones de alegada «paz con justicia» en el Medio Oriente. Si ellos realmente procuraran la paz, aceptarían su propia culpa sustancial por la «nakba» o «catástrofe» de 1948, admitiendo la existencia prevalente de odio hacia el judío entre el mundo árabe e islámico, y aceptarían el papel que eso juega en el socavamiento de paz entre judíos y árabes desde 1920 hasta el presente.
Esta manera más honesta y auto-crítica de su propia historia y cultura por parte de los palestinos y árabes es una condición necesaria para la paz con sus vecinos judíos.
MOTIVO DE ORACIÓN: Ore para que los palestinos se percaten de la manera tan hipócrita en que dicen que procuran la «paz con justicia,» pero no están dispuestos a permitir que los judíos existan en su propia tierra. Ore para que esa hostilidad disminuya y que reconozcan al Dios de Israel como el verdadero Dios.
VERSO BÍBLICO: «Vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, se postrarán a las plantas de tus pies todos los que te despreciaban, y llamarán [a Jerusalén] Ciudad del SEÑOR, Sion del Santo de Israel» (Isaías 60:14).
Publicado en marzo 1, 2015
Fotografía por: Amin al-Husseini, Wikipedia
Fuente: Porciones de un artículo por Joseph Spoerl, Centro para Asuntos Públicos de Jerusalén
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