La Resolución 2334 de las Naciones Unidas nuevamente evidencia que existe control islámico sobre la política y cultura de las instituciones internacionales. Extraviados de su principal misión, dichos grupos internacionales se han convertido en una herramienta de corrupción o terrorismo, fortaleciendo el poderío islámico global. Pero no nos olvidemos que esos representantes están motivados por ciertos intereses e ideologías (a menudo criminales), y que no necesariamente representan las opiniones de su propio pueblo al cual tiranizan, incluyendo las «democracias» europeas.
Recordemos los hechos: En 1948, la Liga Árabe declaró yihad contra la nación judía para destruirla. Los ejércitos de cinco naciones árabes cruzaron las fronteras de Israel, reconocidas por la Resolución de San Remo en 1920, la que dio legitimidad al Hogar Judío Nacional. Egipto conquistó a Gaza, Siria llegó hasta los Altos del Golán y Cisjordania (Jordania) colonizó a toda Judea, Samaria y la ciudad antigua de Jerusalén. Los habitantes judíos fueron asesinados o expulsados por los colonialistas árabes, quienes se apoderaron de sus hogares y pertenencias, y también destruyeron sus sinagogas y cementerios.
La guerra terminó con un armisticio y líneas de cese al fuego en 1949. No hubo un acuerdo de paz ni una definición de fronteras internacionales. Para la gran desilusión de millones de europeos nazis y sus colaboradores, Israel no quedó erradicado. Al contrario, recibió a la mayoría de los millones de judíos que habían sido robados y expulsados de países árabes. Pero ninguna nación europea protestó contra la colonización islámica de las áreas judías en Israel, ni contra la expulsión, incautación de bienes o persecución de judíos en países árabes.
Entre 1949 y 1967, los israelíes soportaron ataques yihadistas sin tregua por parte de sus vecinos árabes. Nuevamente, en 1967, los ejércitos combinados de Egipto, Siria y Cisjordania invadieron a Israel para destruirlo, pero esta vez Israel retomó el territorio que le había sido arrebatado en 1949, el cual los árabes habían «limpiado» de judíos y convertido en colonia árabe-musulmana. Esas eran áreas desde donde los judíos fueron primeramente expulsados y a los cuales Europa todavía define como «asentamientos.» Sus verdaderos nombres son Jerusalén, Judea y Samaria.
La Guerra de 1967 terminó con una derrota árabe. El lado árabe nuevamente rehusó hacer la paz, y sólo se definieron unas líneas de armisticio. La resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (establecida el 22 de noviembre de 1967) recomendó una solución para ambos grupos refugiados, los árabes y los judíos, y negoció las condiciones de paz entre Israel y las naciones árabes. El documento nunca hizo mención de árabes «palestinos» porque ese término aún no existía para esos árabes en particular. Determinados a destruir a Israel, los árabes rechazaron la resolución.
Dicha victoria israelí de 1967 humilló a Francia, quien había hecho acercamiento con los árabes. La Resolución 242 fue escrita originalmente en inglés, y Francia la tradujo con una palabra adicional, insertando el artículo «los» para implicar que todos los territorios eran tierras bajo disputa, lo que había sido largamente discutido durante las negociaciones para luego ser obviada. Esa es una traducción incorrecta al francés.
Francia tenía vínculos cercanos con el líder palestino de la Hermandad Musulmana, el Gran Muftí de Jerusalén Amin al-Husseini, quien era también aliado de Hitler. Tal alianza produjo el término y concepto de «pueblo palestino,» inventado por el líder palestino Yasser Arafat, sobrino del Muftí y representante de la Organización para la Liberación de Palestina. Para obtener reconocimiento en el ámbito internacional, el «pueblo palestino» también inventó el concepto moderno de terrorismo, con su secuestro de aviones y bombas suicidas.
En octubre de 1973, Egipto y Siria nuevamente atacaron a Israel y sufrieron otra derrota. Pero esta vez, la Organización de Cooperación Islámica declaró un boicot petrolero contra todos los países que no reconocieran a Arafat y a la Organización para la Liberación de Palestina, y contra quienes no apoyaran las causas árabes (según la declaración en Argelia el 28 de noviembre de 1973).
Europa rápidamente adoptó la posición francesa en diciembre de 1973 y, juntamente con la Organización de Cooperación Islámica, planificaron una agenda de medidas políticas destinadas a destruir la nación judía, negando sus derechos soberanos y manteniéndola dentro de una pequeña área indefendible. La Resolución 2334 ahora es la cereza del pastel, que justifica la política euro-islámica en todos sus niveles, además de que refuerza el globalismo y la prepotencia de las Naciones Unidas.
MOTIVO DE ORACIÓN: Ore para que el mundo recuerde los pasados actos de Europa y las naciones árabes con su malévolo intento de destruir a Israel, aunque siempre han resultado infructuosos. Ore para que estos nuevos esfuerzos sean igualmente inefectivos.
VERSO BÍBLICO: «El SEÑOR hace nulo el consejo de las naciones; frustra los designios de los pueblos. El consejo del SEÑOR permanece para siempre, los designios de Su corazón de generación en generación. Bienaventurada la nación cuyo Dios es el SEÑOR, el pueblo que Él ha escogido como Su herencia» (Salmo 33:10-12).
Publicado en enero 9, 2017
Fotografía por: Consejo de Seguridad, Wikipedia
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