Durante el pasado año, sobre 2,200 judíos «regresaron» a Israel desde Francia, Moldavia, Turquía, Ucrania, Uruguay, Venezuela y otras naciones por medio de los denominados «Vuelos de Libertad» de la organización ‘International Fellowship of Christians and Jews’ [Hermandad Internacional de Cristianos y Judíos], todo gracias a la increíble generosidad de decenas de miles de simpatizantes cristianos. Más llegarán esta semana desde Francia y Ucrania.
Dichos cristianos de toda Norteamérica reconocen algo básico sobre el estado judío: que el ‘aliyá’ [o la inmigración judía] ha sido, y debe continuar siendo, la «razón de ser» del estado judío, [manteniendo vivo así] el ideal sionista para su retorno desde la Diáspora.
Históricamente, Israel ha sido un hogar seguro para los refugiados judíos que huyen crisis económicas, persecuciones y violencia. La nación moderna de Israel, con todas sus complejidades e imperfecciones, ha permitido que el pueblo judío participe en crear la narrativa contemporánea de la reconstrucción de su antigua tierra ancestral.
Pero a medida que Israel se ha ido convirtiendo en una nación de innovaciones, la centralidad y prioridad del ‘aliyá’ ha ido disminuyendo al punto de que la Agencia Judía de Israel, el brazo gubernamental para el ‘aliyá’, ha cambiado su enfoque estratégico para uno de identidad judía mundial.
¿Por qué ha cambiado? Por la idea errónea de que la urgente necesidad del ‘aliyá’ ahora queda en el pasado, de que los judíos alrededor del mundo se encuentran principalmente seguros o de que ya no se sienten inspirados por hacer de Israel su hogar. Pero la realidad es que los judíos desde Francia a Ucrania aún están bajo amenaza, ya sea por un resurgimiento virulento de antisemitismo, porque atraviesan serios problemas económicos o por su asimilación casi total allá. El hecho es que el ‘aliyá’ continúa siendo una crítica necesidad global, y debemos responder a ese reto.
A pesar de que la Agencia Judía ya haya dejado de enfatizar el ‘aliyá’, la Hermandad y otras organizaciones como ‘Nefesh B’Nefesh’, fortalecen cada vez más el esfuerzo de ‘aliyá’. El pasado año, por ejemplo, sobre 6,500 ‘olim’ [inmigrantes] llegaron a Israel sufragados por organizaciones privadas independientes.
Dice el Rabino Eckstein: «Nuestra intención es acelerar esa tendencia en 2016, duplicando el número de inmigrantes que traigamos a Israel por los Vuelos de Libertad a por lo menos 4,000. Durante el próximo año calendario, continuaremos trabajando en Francia, Moldavia, Uruguay, Venezuela y otros lugares, incluyendo la ciudad española de Melilla en el norte de África, Turquía y un país árabe cuyo nombre no podemos divulgar.»
«Pero nuestra misión no termina cuando aterrizan los Vuelos de Libertad en el aeropuerto de Ben Gurión. Creemos que muchos inmigrantes también requieren servicios de adaptación mucho más eficientes que los que reciben en la actualidad para poder adaptarse a la vida israelí. Los inmigrantes quieren saber: ¿Tendré un empleo decente? ¿Podré comprar una vivienda? ¿Mi familia hará un ajuste cultural adecuado?»
«Nuestro deseo es responder a esas preguntas mientras trabajamos con los ‘olim’ [inmigrantes] en sus países de origen, diseñando los servicios de ‘klitá’ [adaptación] dirigidos a sus necesidades particulares.»
Por otro lado, la Hermandad provee ferias informáticas y seminarios preparativos en países de la Diáspora, ayuda por seis meses una vez que lleguen a Israel, consejería para obtener empleo, ayuda financiera por una ocasión o por seis meses para cubrir su alquiler de vivienda, ayuda con los gastos de entrenamiento para trabajo, apoyo financiero para ayudarles a aprender el hebreo, asistencia con muebles, enseres y cuidado médico, y tutoría privada o educación informal para los hijos.
El Rabino Yechiel Eckstein añade: «Debemos simplificar el proceso burocrático de adaptación, y crear un programa más amigable y personalizado. Por ejemplo, los judíos franceses están muy preocupados con su situación de vivienda, mientras que los judíos de Ucrania se preocupan más por sus finanzas. Al iniciar recientemente nuestro programa de ‘aliyá’ y ‘klitá’, la Hermandad ha evidenciado que, si uno ayuda a los inmigrantes con una segura red de apoyo una vez que lleguen a Israel, los números anuales de ‘aliyá’ aumentarán significativamente.»
Continúa diciendo Eckstein: «También debemos recordar que ‘aliyá’ no es sólo una conexión vital para la Diáspora, sino que juega un papel clave y estratégico para proteger y fortalecer al actual estado judío. Sobre las décadas, los inmigrantes de Israel han enriquecido la economía, cultura, democracia y tecnología de Israel. Israel todavía es un increíble mosaico de judíos internacionales, gracias al ‘aliyá’.»
MOTIVO DE ORACIÓN: El Proyecto Rescate de Puentes para la Paz también ayudó a rescatar cerca de 3,000 judíos el año pasado. Ore por los inmigrantes judíos que todavía huyen de lugares bajo conflicto y antisemitismo para restablecerse en su antigua tierra ancestral. Ore, también, para que puedan hacer una pronta y exitosa adaptación en su nuevo hogar en Israel.
VERSO BÍBLICO: «Miren, éstos vendrán de lejos; otros del norte y del occidente, y aquellos de la tierra de Sinim. Griten de júbilo, cielos, y regocíjate, tierra. Prorrumpan, montes, en gritos de alegría, porque el SEÑOR ha consolado a Su pueblo, y de Sus afligidos tendrá compasión» (Isaías 49:12-13).
(Traducido por Teri S. Riddering,
Coordinadora Centro de Recursos Hispanos)
Publicado en enero 4, 2016
Fotografía por: International Fellowship and Christians and Jews website
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