Después de casi 14 meses de enfrentamientos e intercambios de disparos entre Israel y Jizbolá, el alto al fuego parece cada vez más cercano, ya que, según se informa, Israel ha dado su aprobación para poner fin a las hostilidades.
Funcionarios libaneses y un diplomático occidental dijeron a Reuters que Washington ha informado a Beirut de que se podría anunciar un alto al fuego «en cuestión de horas», a la espera de la aprobación del Gabinete de Seguridad, que se reunirá el martes. Estas son las disposiciones clave del acuerdo emergente.
Cronograma de retirada israelí: según el acuerdo propuesto, las fuerzas terrestres israelíes comenzarían a retirarse del sur del Líbano dentro de los 60 días posteriores a la implementación del alto el fuego.
La retirada, descrita como una “fase piloto”, tiene como objetivo evaluar la viabilidad del acuerdo. Una vez completado, Israel planea pedir a los residentes del norte desplazados por los combates que regresen a sus hogares. Durante este período provisional, se espera que Jizbolá se retire al norte del río Litani.
Negociaciones fronterizas: El acuerdo también estipula que Israel y el Líbano iniciarán negociaciones sobre los puntos fronterizos en disputa después de la implementación del alto al fuego. Sin embargo, Israel no puede ser obligado a aceptar compromisos específicos.
Despliegue del ejército libanés y de las fuerzas de paz de la ONU: Las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL) y la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) reemplazarían a las tropas israelíes que se retiran al sur del río Litani.
Estas fuerzas supervisarían el desmantelamiento de la infraestructura restante de Jizbolá en la zona y garantizarían que el grupo terrorista no restablezca su presencia. Además, las FAL, con el apoyo de la FPNUL, monitorearían y evitarían el contrabando y la producción de armas dentro del Líbano, reforzadas por la ayuda militar occidental de los EE. UU., el Reino Unido y Francia.
Mecanismo de supervisión internacional: Se establecería un comité internacional de cumplimiento dirigido por Estados Unidos para supervisar el cumplimiento del acuerdo, basándose en la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que siguió a la Guerra del Líbano de 2006.
El comité incluiría a Gran Bretaña, Alemania y Francia, a pesar de la oposición israelí a la participación francesa. Israel ha condicionado su aceptación del papel de Francia a garantías de que París no hará cumplir las órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional contra el primer ministro Benjamín Netanyahu o el ex Ministro de Defensa Yoav Gallant.
Los libaneses pidieron la participación de los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Jordania en el acuerdo, pero ninguno de estos países ha declarado oficialmente que participará en el comité. Sin embargo, es probable que al menos un estado árabe desempeñe algún papel. Se espera que el mecanismo internacional ayude a las Fuerzas Armadas Libanesas y a la FPNUL a hacer cumplir sus responsabilidades en virtud del acuerdo.
El comité también tiene la tarea de determinar si se permite a una de las partes usar la fuerza si la otra viola el acuerdo. Sobre esta cuestión, el acuerdo no establece un cronograma específico para una respuesta. Esto significa que si Israel identifica una amenaza del lado libanés que viole el acuerdo, podrá actuar de inmediato.
Prisioneros de Jizbolá y asesinatos selectivos: El acuerdo estipula que los agentes de Jizbolá capturados por Israel durante las operaciones terrestres no serán devueltos al Líbano. Si bien Jizbolá pidió garantías contra los asesinatos selectivos de sus líderes, Israel se negó a comprometerse, dejando la cuestión sin resolver.
Garantía de seguridad de EE. UU. para Israel: Un documento independiente respaldado por EE. UU. que no está incluido en el acuerdo libanés preserva el derecho de Israel a tomar medidas militares inmediatas contra amenazas directas, como lanzamientos de cohetes o bombardeos. Israel también conservaría la capacidad de prohibir las transferencias de armas de Siria a Jizbolá. En el caso de amenazas no inmediatas, Israel remitiría primero los casos al comité de aplicación.
Los funcionarios israelíes destacaron las diferencias entre el acuerdo emergente y la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, en medio de las críticas de los residentes del norte y los líderes locales dirigidas al primer ministro Benjamín Netanyahu. A diferencia de la resolución de 2006, el nuevo acuerdo establece un comité internacional de aplicación dirigido por Estados Unidos, que Israel cree que será más sólido que la dependencia previa de la FPNUL.
El acuerdo también reconoce el derecho de Israel a impedir el rearme de Jizbolá y a abordar las amenazas emergentes al sur del río Litani, lo que los funcionarios israelíes consideran un paso importante para garantizar la seguridad a largo plazo. Los funcionarios en Jerusalén expresaron su confianza en que la administración estadounidense entrante, encabezada por el presidente electo Donald Trump, apoyará la libertad operativa de Israel en virtud del acuerdo.
Publicado en noviembre 28, 2024
Fotografía por: Public Domain
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