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Simjat Torá: Regocijándose con el Amado

septiembre 28, 2021
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Celebraciones de Simjat Torá

Hace miles de años, el Rey David derramó su pasión por la Palabra de Dios en una canción. “¡Cuánto amo Tu ley!” cantó: “Todo el día es ella mi meditación” (Sal 119:97 NBLA).

Hoy, unos tres milenios después, el mismo corazón de amor todavía late dentro de los descendientes del famoso rey pastor de Israel. Dios, después de todo, invitó al pueblo judío a tejer la Torá (Gn-Dt) en el tejido de su existencia. Sus Palabras debían ser guardadas de manera segura en sus corazones como un tesoro, para ser reflexionadas mientras el día fluía hacia la noche; las delicias de ellas ser compartidas con sus hijos y los hijos de sus hijos (Dt 6: 6-9).

Los Hijos de Israel tomaron en serio estas instrucciones. Incluso ahora, generaciones después de que Moisés recibiera las instrucciones del Todopoderoso y milenios después de que el Rey David escribiera su famoso Salmo, el gozo de la Torá se muestra claramente en la Tierra Prometida. Es una pasión entretejida en cada hora de cada día.

Incluso, una vez al año, la nación judía reserva un día dedicado específicamente a este propósito. En Simjat Torá, que literalmente significa “Regocijo en la Torá“, cada corazón de Israel está dedicado a deleitarse —con risas, danzas y cánticos— en la Torá que Dios le dio a Su pueblo en el Monte Sinaí.

Este año, Simjat Torá en Israel comienza al atardecer de hoy lunes y termina mañana martes por la noche. El día de júbilo sigue directamente después de Sucot, o la Fiesta de los Tabernáculos. Cuando el sol se pone después del séptimo día de celebración de Sucot, Israel se embarca en la ‘fiesta del regocijo con la Ley de Dios’.

El momento tiene perfecto sentido. Sucot es la más alegre de las fiestas bíblicas. La iniciativa para el momento de la alegría viene directamente de Dios mismo. “Te alegrarás en tu fiesta”, instruye en Deuteronomio 16:14. No es de extrañar, entonces, que Sucot se conoce tradicionalmente como “la temporada de nuestra alegría”.

Las celebraciones de Simjat Torá ofrecen una culminación adecuada a los días de júbilo. Sin embargo, las festividades son mucho más profundas que simplemente celebrar por el bien de la alegría. En Simjat Torá, el pueblo judío marca la conclusión del ciclo anual de lecturas de la Torá y señala el comienzo de la nueva secuencia.

Cada semana, en las sinagogas de todas las ciudades, desde Jerusalén hasta Johannesburgo, desde Berlín hasta Beijing, se lee la misma porción de la Torá, llamada Parashá. Ha sido así durante incontables generaciones, desde que la tradición judía dividió la Torá en 54 porciones o Parashot. Con aproximadamente una Parashá por cada semana del año, esto asegura que todos lean la misma Parashá cada semana y que la Torá se lea en su totalidad una vez al año.

En Simjat Torá, el rollo de la Torá se abre en la última Parashá para la lectura final del ciclo anual. Sin embargo, tan pronto como las últimas palabras de Deuteronomio resuenan en la sinagoga, el rollo vuelve al principio, ya que el ciclo del año siguiente comienza con las primeras palabras del Génesis.

Simjat Torá marca así un círculo completo. Celebra una finalización y se deleita con la expectativa de un nuevo comienzo.

Una alegría contagiosa se asienta sobre el estado judío para esta fiesta. En las sinagogas, el rollo de la Torá se saca del arca —su ornamentado armario de almacenamiento— y se hace desfilar siete veces por la sinagoga en una exuberante procesión al ritmo de triunfantes alabanzas y gritos de regocijo. Cada miembro de la sinagoga tendrá la oportunidad de llevar el preciado pergamino.

Los niños tienen un papel especial durante las festividades y son llamados a un lugar de honor bajo un gigantesco talit o manto de oración. Aquí recitan las oraciones y bendiciones tradicionales mientras sus padres y amigos los bañan con dulces.

A menudo, es difícil contener la alegría del festival dentro de las cuatro paredes de la sinagoga, y se sabe que las celebraciones se extienden a las calles circundantes. Mientras los transeúntes son arrastrados por la alegría y los grupos de regocijo se fusionan, la tierra de la promesa de Dios se llena de adoración por Su Palabra.

«‘Simjat Torá’ es un día de regocijo con nuestro Amado», explica Moshe Kempinski, un judío ortodoxo. «El vínculo que nos une con nuestro Amado es la Torá, la ‘ketubah’, el contrato matrimonial que Dios hizo cuando se celebró una boda entre Dios y el pueblo judío en el Monte Sinaí».

Kempinski tiene razón. De hecho, la Torá fue entregada como un modelo de cómo Dios deseaba que Su pueblo caminara en relación con Él. La Torá proporciona Sus instrucciones, Su corazón y Sus deseos.

«¿Qué es lo más alegre que puedes hacer por tu Amado?» pregunta Moshe. «Hacer lo que sabes que tu Amado desea, cumplir Sus anhelos. Esa es la mayor alegría. Cualquiera que asume que el pueblo judío considera que la Torá es una carga, tan solo debe ver ‘Simjat Torá’».

Puentes para la Paz desea a todos nuestros amigos judíos una alegre Simjat Torá mientras se regocijan ante el Señor.

 

Traducido por Robin Orack – Voluntaria en Puentes para la Paz
Revisado por Raquel González – Coordinadora Centro de Recursos Hispanos

 

Publicado en septiembre 28, 2021

Fuente: Un artículo por Ilse Strauss, originalmente publicado por Bridges for Peace (Puentes para la Paz), el 27 de septiembre de 2021.

Fotografía por: Daklon/Pxhere.com

Fotografía con licencia: Pxhere