En una emotiva ceremonia el pasado mes de mayo, la doctora Elai Hogeg Golan de 34 años, recibió su título de médica en la universidad Ben-Gurion.
Durante su discurso, que conmovió hasta las lágrimas a la audiencia, dijo: “Lo logramos a pesar de todo. Volver a mi vida, cumplir el sueño que todos soñamos para nuestras vidas. Trabajamos muy duro para llegar a este momento: mi titulación”.
La doctora Golan está ahora en camino de cumplir su próximo sueño: servir a su prójimo. Mientras recibe tratamientos de rehabilitación en el departamento de del centro médico Sheba, está completando su pasantía médica que concluirá este octubre.
Ella y su familia sobrevivieron milagrosamente a un horrible ataque en Kfar Aza el 7 de octubre, cuando los terroristas prendieron fuego a su casa y arrojaron dentro botes de gas. A pesar de las graves quemaduras y heridas, lograron escapar y esconderse durante horas antes de ser trasladados en helicóptero al hospital. Golan fue la última de su familia en recuperar la conciencia, despertándose después de 51 días.
Al reflexionar sobre su supervivencia, Golan expresó su culpa por haber sobrevivido, pero enfatizó la importancia de luchar por los 115 rehenes que aún se encuentran cautivos. Decidida a recuperar su vida y perseguir sus sueños, Golan regresó a sus estudios de medicina menos de un año de su lesión.
“Me arrebataron mucho ese fatídico sábado”, explicó. “Pero me niego a dejar que me arrebaten el espíritu. En mi profesión, luchamos por la vida de las personas, una misión que se no se miró ese día. Esta es mi victoria sobre ellos”.
Golan está completando los últimos meses de su pasantía en el centro médico Sheba, equilibrando su papel como médica, con tratamientos intensivos de rehabilitación. “Al principio, tenía preocupaciones debido a las exigencias físicas”, admitió. “Pero creo que ganaré confianza con el tiempo”.
Tratar a los pacientes me ha dado lugar para encuentros cargados de emociones. La historia de supervivencia de una mujer sobreviviente del Holocausto, le recordó a Golan sus propias experiencias. “Intentaron quemarme viva a mí y a mi familia. Como judíos, lucharemos por siempre por nuestro lugar”, dijo.
Cuando se le pregunta qué la mantiene en pie, Golan señala a su familia; especialmente a su hija Yael. “Mirar a un niño trae una sensación de normalidad, que te obliga a vivir, a reír y a sonreír”, explicó. “Espero que Yael se dé cuenta de que es una heroína, que nos da la fuerza para luchar por nuestras vidas como familia, todos los días”.
Para ella misma, Golan desea “ser una excelente doctora, luchar por cada paciente, valorar el camino que he recorrido y empoderar a quienes me rodean”.
Publicado el 8 de agosto de 2024
Publicado en agosto 9, 2024
Fotografía por: Sincerely Media/Unsplash.com
Fotografía con licencia: Unslpash
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