Teherán le está diciendo a su representante terrorista libanés Jizbolá, que “apoya el fin de la guerra contra Israel” en medio de un impulso estadounidense por lograr un acuerdo de alto al fuego, informó el New York Times durante el fin de semana.
Ali Larijani, asesor principal del líder supremo iraní Ali Jamenei, se reunió con altos funcionarios libaneses en Beirut el 15 de noviembre, para discutir el asunto.
Dos iraníes afiliados al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, dijeron al Times que Larijani transmitió mensajes a Jizbolá de parte de Jamenei, de que apoyaba el fin de la guerra y que el régimen ayudaría a reconstruir las fuerzas del grupo terrorista y a recuperarse de la guerra.
Las fuentes también dijeron que Jamenei le dijo a Jizbolá, que aceptara los términos de un acuerdo de alto al fuego, que vería a Jizbolá retirarse al norte del río Litani, de acuerdo con la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la Segunda Guerra del Líbano de 2006 y que nunca se aplicó.
Jizbolá ha lanzado unos 16,000 cohetes, misiles y drones desde el Líbano contra Israel, desde que se unió a la guerra en apoyo de Hamás el 8 de octubre de 2023, un día después de la masacre del grupo terrorista con base en Gaza, en el sur de Israel. Más de 60,000 residentes del norte de Israel siguen desplazados internamente, debido a los continuos ataques con cohetes y drones desde el Líbano, que han causado daños materiales generalizados y múltiples muertos y heridos.
Sin embargo, el liderazgo de Jizbolá ha quedado hecho trizas tras una serie de asesinatos por parte de Israel, incluido el del líder de Jizbolá Hassan Nasrallah, en Beirut, el 27 de septiembre. Esto fue precedido por un sabotaje israelí a los dispositivos de comunicación de Jizbolá, que mató a 39 personas e hirió a más de 3,400 miembros del grupo terrorista. Israel ha estado librando una devastadora campaña aérea contra Jizbolá en todo el Líbano, incluido su bastión de Dahieh al sur de Beirut. Según estimaciones israelíes, el grupo terrorista ha perdido la mayor parte de su arsenal en los ataques en curso.
El entonces ministro de Defensa Yoav Gallant, dijo a finales de octubre, que se estima que Jizbolá ha perdido más del 80% de sus cohetes de largo alcance desde el comienzo de la guerra.
Según se informa, Larijani dijo en Beirut el 15 de noviembre, que Teherán apoyaría una decisión del gobierno libanés y de la «resistencia» del país, a detener la guerra.
«No buscamos sabotear nada. Estamos buscando una solución a los problemas”, dijo Larijani después de reunirse con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, y el primer ministro interino libanés, Najib Mikati.
El informe del Times siguió a un informe del canal libanés, LBCI; que decía que la respuesta de Jizbolá a la propuesta estadounidense había sido positiva.
Una fuente cercana al representante terrorista iraní, dijo al Washington Post el 13 de noviembre, que Jizbolá estaría dispuesto a retirar sus fuerzas al norte de Litani como parte de un alto al fuego temporal.
Un alto funcionario del gobierno libanés confirmó a la AFP el 15 de noviembre, que la embajadora estadounidense Lisa Johnson había presentado una propuesta de 13 puntos, a los funcionarios libaneses.
La propuesta incluye una tregua de 60 días durante la cual, Líbano redistribuiría sus tropas a lo largo de la frontera.
El ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Ron Dermer, discutió la propuesta con el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, durante una visita a su propiedad de Florida el 10 de noviembre, según el informe del Post.
Según el Post, las discusiones en Mar-a-Lago se centraron en un alto al fuego que implicaría, la cooperación de Occidente y Rusia. La propuesta exige que Moscú impida que Jizbolá se abastezca a través de las rutas terrestres sirias.
Tras su reunión en Florida con Trump, Dermer se dirigió a Washington para reunirse el 11 y 12 de noviembre con funcionarios de la administración Biden, incluido Hochstein.
Los funcionarios israelíes confirmaron que la propuesta incluye, trasladar al grupo terrorista Jizbolá al norte del río Litani, quedando entonces la zona fronteriza bajo el control de las Fuerzas Armadas Libanesas, supervisadas por Estados Unidos y Gran Bretaña.
Sin embargo, los funcionarios israelíes están enfatizando que las Fuerzas de Defensa de Israel [FDI] deben conservar la libertad de operación en el Líbano, para frustrar los intentos de Jizbolá de violar el acuerdo y restablecerse y rearmarse.
Un alto funcionario diplomático israelí dijo a Israel Hayom el sábado, que las FDI conservarán la libertad operativa para responder a cualquier amenaza a la seguridad desde el otro lado de la frontera norte, independientemente de cualquier acuerdo diplomático.
Sin embargo, una fuente cercana a Jizbolá dijo al Post que la “condición para el progreso” del grupo sigue siendo clara: “se le debe prohibir a Israel realizar operaciones dentro del territorio libanés”.
Berri enfatizó en ese momento, que cualquier acuerdo de alto al fuego no debe incluir la capacidad de Israel para atacar por tierra, mar o aire; informó el Canal 12. “De lo contrario, ¿cuál es el propósito de un acuerdo?”, comentó.
Otro posible punto de fricción son las objeciones del Líbano, a que el Reino Unido y Alemania supervisen la aplicación de la Resolución 1701 de la ONU. Según se informa, favorecen a Estados Unidos y Francia.
Si los esfuerzos por lograr un alto al fuego fracasan, un funcionario militar israelí dijo al Post, que hay planes en marcha para ampliar las operaciones terrestres en el Líbano.
Publicado en noviembre 20, 2024
Fotografía por: AFP via Getty Images/jns.org
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