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Trump y Netanyahu, Ambos Bajo Investigación por Crímenes Inventados

diciembre 2, 2019
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Existen sorprendentes similitudes, aunque también diferencias importantes, entre las investigaciones que el Congreso de Estados Unidos realiza contra el presidente Donald Trump y las acusaciones del fiscal general israelí contra el primer ministro Benjamín Netanyahu. La similitud más notable es que ambos son investigados por acciones que sus legislaturas no han establecido explícitamente como un crimen. Las acusaciones contra ambos líderes se basan en la interpretación de leyes generales que nunca antes se habían considerado aplicables a la conducta en cuestión y las estiran para perjudicar a dichas figuras.

Luego de una investigación policial, Netanyahu fue acusado por soborno el 21 de noviembre por el fiscal general israelí Avichai Mandelblit porque supuestamente acordó ayudar a una compañía mediática para que ofrezca una cobertura más positiva y/o menos negativa de su persona. Hay disputas sobre los hechos, pero incluso, aunque se consideren a la luz menos favorable para Netanyahu, no representa un delito de soborno.

[Hay otro caso acusándolo de haber recibido obsequios a cambio de favores políticos, pero Netanyahu rechazó cualquier posibilidad de renunciar a su puesto de primer ministro, y prometió continuar dirigiendo el país “según estipulado por ley,” exigiendo que se forme un comité externo para “investigar a los investigadores.” Por otro lado, Mandelblit ha dictaminado que Netanyahu puede continuar sirviendo como primer ministro interino, a pesar de las acusaciones en su contra.]

Es posible que una acusación por haber influenciado su cobertura mediática positivamente ponga en peligro tanto la libertad de prensa como los procesos democráticos del gobierno. Los fiscales deben mantenerse al margen de las interacciones entre los políticos y los medios de comunicación, a menos que se definan específicamente como delitos.

Por otro lado, el liderato demócrata de EE.UU. ha decidido acusar a Trump de “soborno.” Originalmente, pensaron que podían acusarlo de conducta no criminal, como mala administración, abuso de cargo o conducta inmoral. Parece que ahora se han convencido de que ninguna acusación sería constitucional a menos que el Presidente sea declarado culpable por delitos especificados en la Constitución, a saber, “traición, soborno u otros crímenes, y delitos menores.”

El problema con ese enfoque, similar al problema con el enfoque israelí contra Netanyahu, es que no es un crimen el que un presidente use su poder para influenciar la política exterior para obtener ventajas políticas, partidistas o incluso personales.

Los presidentes siempre han participado en acciones militares para obtener ganancias políticas. Han prestado ayuda a países extranjeros para ayudarse a sí mismos a ser elegidos. Han nombrado a embajadores no basados ​​en su competencia sino en contribuciones políticas pasadas y futuras previstas. Ninguna de esas prácticas ha sido considerada como un delito.

El aspecto central de los principios legales es que nadie puede ser investigado, procesado o enjuiciado a menos que su conducta viole las prohibiciones preexistentes e inequívocas. Ni el Congreso ni los fiscales israelíes pueden inventarse leyes en la marcha, porque ellos tampoco están por encima de la ley.

Aunque las diferencias entre Israel y Estados Unidos son significativas [debido a su tipo de gobierno], comparten unos principios de derecho en común. Según esos principios legales, aplicados correctamente, tanto Netanyahu ni Trump deben ser considerados como culpables de soborno.

MOTIVO DE ORACIÓN: Ore a Dios para que traiga la verdad a la luz. Dele gracias por el hecho de que Él esté en control, y pídale que deshaga toda traba política y espiritual que el enemigo ponga ante esos líderes, los cuales son guiados por Él.

VERSO BÍBLICO: “Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; aunque bramen y se agiten sus aguas, aunque tiemblen los montes con creciente enojo” (Salmo 46:1-3).

 

Traducido y adaptado por Teri S. Riddering
Coordinadora PPP Centro de Recursos Hispanos

Publicado en diciembre 2, 2019

Fuente: Porciones de un artículo por Alan M. Dershowitz, Gatestone Institute, 27 de noviembre de 2019

Fotografía por: Matty Stern/U.S. Embassy Tel Aviv/wikimedia.org

Fotografía con licencia: Wikimedia