El Gabinete de Guerra de Israel aprobó el sábado por la noche el viaje a Doha-Qatar, en los próximos días; de una delegación; para continuar las conversaciones de alto al fuego, después que se informara de «progresos significativos» en una cumbre en París; durante el fin de semana.
La decisión se tomó tras una consulta telefónica, en la que los ministros del gobierno, recibieron información actualizada sobre las negociaciones en la capital francesa; en las que también participaron interlocutores estadounidenses, egipcios y qataríes.
Las reuniones del viernes y el sábado se basaron en el encuentro inicial del mes pasado en la capital francesa, así como, en conversaciones intermitentes en El Cairo encaminadas a concretar una propuesta para liberar a los 134 israelíes; que siguen retenidos por Hamás; a cambio de una pausa prolongada en la guerra.
Los mismos protagonistas de la cumbre de París del 28 de enero, y que se reunieron en El Cairo el 13 de febrero; se encontraban en la capital francesa para la última ronda de conversaciones: David Barnea, director de la agencia de inteligencia israelí Mossad; el director de la CIA Bill Burns; el jefe de la inteligencia egipcia Maj. Gen. Abbas Kamel; y el Primer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores qatarí Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani.
Un funcionario político israelí familiarizado con los detalles de las negociaciones, se mostró optimista y declaró a Canal 13, que se habían producido «avances significativos en las conversaciones, que crean las condiciones adecuadas para un acuerdo».
Otro alto funcionario israelí, sin embargo, advirtió que «aún estamos lejos de un acuerdo, pero Hamás cedió en algunas de sus demandas», informó Axios.
Haciéndose eco de que un acuerdo no era inminente, un alto funcionario estadounidense dijo a Axios, que se habían hecho «algunos progresos en las conversaciones sobre los rehenes en París el viernes, pero que quedaba más camino por recorrer para llegar a un acuerdo».
Al parecer, las partes quieren cerrar el acuerdo en las próximas dos semanas, antes del comienzo del Ramadán [uno de los Cinco Pilares del Islam, mes de ayuno observado por los musulmanes de todo el mundo], que comienza el 10 de marzo.
Sin embargo, Hamás aún no se ha pronunciado sobre el marco actualizado.
Tras la cumbre de París, Taher al-Nunu, asesor de medios de comunicación del jefe del politburó de Hamás, Ismail Haniyeh; recalcó que el grupo terrorista no renunciaba a su exigencia fundamental de un fin permanente a la guerra.
«No renunciaremos a poner fin a la guerra y a la retirada completa de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de la Franja de Gaza», declaró al-Nunu.
Abdel Rahman Shadid, alto cargo de Hamás, declaró el sábado a un canal de televisión qatarí, que «las conversaciones de París no son más que autonegociaciones, porque Hamás no forma parte de ellas».
Añadió que las «declaraciones del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, envían mensajes claros de que Israel no se toma en serio la posibilidad de avanzar en el acuerdo de intercambio. No formamos parte, ni somos parte de las reuniones de París; y no se nos ha informado de ningún avance».
Jerusalén, por su parte, no ha cambiado sus objetivos bélicos declarados, de eliminar al grupo terrorista de Gaza; devolver a todos los rehenes; y garantizar que el enclave no vuelva a suponer una amenaza para los ciudadanos israelíes.
El sábado Netanyahu dijo, que a principios de semana «convocaría al Gabinete para aprobar los planes operativos de acción en Rafah; incluida la evacuación de la población civil de allí».
Netanyahu ha insistido repetidamente en que la derrota de Hamás en Gaza, no puede lograrse, sin una incursión militar en la ciudad meridional de Rafah; sede de los cuatro últimos batallones de Hamás, junto con los túneles de contrabando que alimentan la militarización de la Franja.
Según los informes, el actual acuerdo incluye en una primera fase, la liberación de entre 35 y 40 niños, mujeres, adultos mayores de 60 años y enfermos, a cambio de un alto al fuego de unas seis semanas, que implica el redespliegue de tropas dentro de Gaza; pero no una retirada total de las fuerzas israelíes como exige Hamás. En particular Jerusalén no se comprometió a poner fin a la guerra. Además se liberaría a unos cientos de terroristas que se encuentran en cárceles israelíes, y se permitiría el regreso de mujeres y niños palestinos al norte de Gaza.
Durante la fase inicial, los negociadores trabajarían para asegurar un acuerdo mayor, similar a lo que ocurrió en el primer acuerdo sobre rehenes a finales de noviembre, que comenzó con la liberación de 50 rehenes y terminó con la liberación de más de 100.
Canal 13 informó, que el Gabinete de Guerra también aprobó la ampliación de los poderes de negociación para que Barnea y su equipo, se trasladaran a la capital qatarí y proseguirán las conversaciones; incluida la introducción de más ayuda humanitaria en Gaza. Esto representa un mandato más amplio para las conversaciones de Doha, en comparación con lo que fue más bien una sesión de escucha, en El Cairo.
«Sólo una combinación de presión militar y duras negociaciones conducirá a la liberación de nuestros rehenes; a la eliminación de Hamás; y a la consecución de todos los objetivos de la guerra», declaró Netanyahu el sábado.
El grupo terrorista inició la guerra el 7 de octubre cuando dirigió una invasión masiva en el sur de Israel, asesinando a 1,200 personas; hiriendo a miles más y secuestrando a otras 253. Ese día se registraron atrocidades generalizadas, como violaciones, decapitaciones, quema de bebés, torturas, mutilaciones y profanaciones de cadáveres; así como saqueos y destrucción de propiedades.
Publicado el 26 de febrero de 2024
Publicado en febrero 28, 2024
Fotografía por: Avshalom Sassoni/Flash90/jns.org
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